COVID 19. Recomendaciones para los  servicios de medicina nuclear

Ante la pandemia de Coronavirus, declarada recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la situación de emergencia nacional decretada por el Ejecutivo Nacional, se emiten las siguientes recomendaciones generales para los pacientes y  profesionales sanitarios implicados en el tratamiento de pacientes oncológicos, en los Servicios de Medicina Nuclear.

Con el creciente número de casos, se ha prestado mayor atención a las medidas de prevención, particularmente en los hospitales donde existe la posibilidad de propagación del virus, no solo entre los pacientes sino también entre los miembros del personal. Ya existen recomendaciones sobre el manejo de pacientes en servicios de radiología y radioterapia;  sin embargo, se han dado pocas pautas en el ámbito de la medicina nuclear. Si bien hay similitudes, también hay diferencias pertinentes entre estas especialidades con respecto a la urgencia de los estudios, la duración del contacto con el paciente y la duración de los mismos, que creemos se necesitan un conjunto de recomendaciones particulares.

Al igual que con los departamentos de radiología, los técnicos de medicina nuclear, las enfermeras y los pacientes que acuden a realizarse estudios, son generalmente los más expuestos al COVID-19.

A pesar de la no disponibilidad inmediata de isótopos radiactivos en el país, presentamos sugerencias para que los servicios de medicina nuclear se orienten en el manejo de esta eventualidad.

La medicina nuclear es afortunada porque la mayoría de nuestros estudios y terapias tienden a ser en pacientes ambulatorios y los estudios electivos. Cuando son solicitudes en pacientes hospitalizados, éstos ya habrían sido evaluados para COVID-19 en las salas antes de ser referidos para estudios.

Desafortunadamente para nosotros, en general no hay SPECT y PET, portátiles.

Además es condición per se la necesidad de inyectar (en la mayoría de los casos) el radiofármaco intravenoso a los pacientes.

Al llegar el paciente al área de espera y durante su registro en el servicio, se debe alentar a que declaren por sí mismos si han viajado a un país donde se sabe que COVID-19 se ha propagado, especialmente si son sintomáticos. Sería útil un aviso en la recepción para que los pacientes tomen conciencia de esto. De ser posible, se debe considerar la toma de la temperatura corporal.

El personal de atención médica debe reconocer los síntomas de la infección posible COVID-19, que incluyen fiebre, tos seca, fatiga y disnea. Sin embargo, también deben ser conscientes del hecho de que existen portadores asintomáticos del virus y de que es útil una buena historia de contactos. Es necesario asegurarse de que el área de espera tenga acceso a las instalaciones de lavado de manos para que los pacientes puedan seguir prácticas básicas de higiene y porten su respectivo tapaboca. El área de espera en lo posible debe tener suficiente espacio para que los pacientes  puedan sentarse a una distancia suficiente, cumpliendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque el riesgo de transmisión aumenta con la cercanía. Cuando se identifique a un paciente sospechoso o que pueda ser portador del virus,  se les debe colocar en un área de espera separada, si está disponible. Dado el conocimiento actual, los pacientes deben ponerse una mascarilla quirúrgica para minimizar el riesgo de transmisión mientras se espera un tratamiento adicional por parte de los equipos de atención médica adecuados.

El personal de primera línea de medicina nuclear, como los técnicos o las enfermeras, tendrá el contacto cercano más potencial con pacientes infectados. Por lo tanto, es crucial que porten tapabocas, guantes y batas quirúrgicas y que estos implementos sean descartados al salir del servicio. Además es vital que los pacientes potencialmente infectados se identifiquen antes, porque el contacto físico es inevitable para la cateterización venosa y se puede pasar una cantidad significativa de tiempo con el paciente.

Durante la fase de captación del radiofármaco, que dependiendo del estudio, varía de unos pocos minutos a unas horas, los pacientes pueden estar esperando en áreas separadas de pacientes radiactivos o en cubículos si esperan estudios de PET-CT.

Después de que se realiza el estudio a los pacientes, debe haber desinfección de los equipos y las superficies de la habitación para evitar posible propagación. Se recomiendan soluciones que contengan etanol del 62 % al 71 % (alcohol isopropílico) o hipoclorito de sodio al 0,1 % (cloro doméstico) y se recomienda la capacitación adecuada del personal de mantenimiento.

Personal de medicina nuclear

Las mismas precauciones y exámenes de detección que se aplican a los pacientes a su llegada deberían, en teoría, aplicarse al personal de medicina nuclear (por ejemplo, técnico, enfermeras, médicos de medicina nuclear y radiólogos). Las medidas simples, como quedarse en casa si no se encuentra bien y, en particular, si ha viajado a zonas afectadas por COVID-19 conocidos, contribuirían mucho a reducir el riesgo de transmisión del virus.

 Hay un número creciente de informes de hallazgos de CT de neumonía asociada a COVID-19, y recientemente un breve artículo sobre hallazgos incidentales sugestivos de COVID19 visto en el componente de CT de los estudios PET / CT. A este respecto, se vuelve aún más vital para que los que reporten medicina nuclear estén atentos y escudriñen las ventanas pulmonares en todos y cada uno de los componentes de la TC, porque tales pacientes pueden ser asintomáticos y estar en capacidad de transmitir el virus.

Puntos claves

• Debe haber un proceso de detección sólido para pacientes ambulatorios en línea con la política del hospital.

• Desarrollar una ruta clara de abordaje para garantizar que los casos se identifiquen de manera oportuna.

• Capacitación para todos los miembros del personal para garantizar el máximo cumplimiento y vigilancia de los posibles casos.

• Exhibir carteles para promover el lavado de manos y buenas medidas de higiene respiratoria dentro del servicio. Combinar esto con otras medidas de comunicación, como sesiones informativas en las reuniones e información en la intranet para promover el lavado de manos.

• Todos los pórticos de la cámara, los manguitos de presión arterial, las superficies (escritorios y mesas) y los ratones y teclados de las estaciones de visualización de imágenes deben limpiarse con desinfectante regularmente y después de cada contacto con pacientes sospechosos.

• Colocar los dispensadores de desinfectante para manos en lugares prominentes alrededor del lugar de trabajo. Asegúrese de que estos dispensadores se llenen regularmente.

• Los miembros del personal que limpian todas las áreas departamentales durante y fuera del horario laboral deben recibir capacitación específica para la limpieza profesional de superficies potencialmente contaminadas después de cada contacto con el paciente de alto riesgo.

• Comunicar y promover el mensaje al personal para que se quede en casa incluso si tienen síntomas leves de COVID-19.

Conclusión

Aunque el brote actual de COVID-19 plantea muchos problemas para la práctica de la medicina nuclear, si el personal esta adecuadamente preparado, los servicios de medicina nuclear pueden contribuir a mitigar el impacto en los pacientes y el personal.

REFERENCIAS

 

1. Hian Liang Huanga, Rayjanah Alliea, Gopinath Gnanasegarana,  Jamshed Bomanjia. COVID-19 Nuclear Medicine Departments, be prepared. Nuclear Medicine Communications.  2020; 41:297-299.

2. Bernheim A, Mei X, Huang M, Yang Y, Fayad ZA, Zhang N. Chest CT Findings in Coronavirus Disease-19 (COVID-19): Relationship to duration of Infection.  Radiology. 2020;19:11   doi: 10.1148/radiol.2020200463

3. Qin C, Liu F, Yen T-C, Lan X. 18F-FDG PET/CT findings of COVID-19: A series of four highly suspected cases.  Eur J Nucl Med Mol Imaging. 2020.  doi:10.1007/s00259-020-04734-w.

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