La palabra ortografía viene del griego orthos, que quiere decir correcto, y de grapho, que significa escribir. La ortografía de una lengua, consiste en un conjunto de normas, que forman la parte que rige el lenguaje y la gramática es la estructura de las palabras, las formas en que estas se entrelazan y los significados a los que tales combinaciones conllevan dan lugar a la escritura correcta. La sumatoria de ortografía, gramática y diccionario son las bases fundamentales de la lengua.
En el transcurso del tiempo el idioma ha ido cambiando por la inclusión de modismos, y adaptación de vocablos de otros idiomas, una persona escribe con errores por varias razones: distracción, la escasa importancia que se le da a la ortografía, la poca lectura de libros y la influencia de otro tipo de lenguajes tecnológicos como el que se utiliza en los mensajes de texto, y el uso excesivo de emoticones y abreviaturas para expresarse. Hablar correctamente también es muy importante, se pronuncian cosas en forma incorrecta o se comenten vicios de lenguaje y por consiguiente se reflejan en la producción de textos.
Los que nos dedicamos a la corrección de artículos científicos vemos a diario como el desconocimiento de las reglas ortográficas inciden notoriamente en la elaboración de un buen artículo escrito.
Para comunicarnos eficazmente, es necesario elaborar textos de manera correcta y comprensible, es por ello que escribir bien evitará malinterpretaciones en lo que queremos transmitir. Una palabra mal escrita, una coma mal puesta o una tilde ignorada, pueden cambiar el sentido de lo que queremos expresar.
¿Qué ha sucedido desde la utilización masiva de la Red de Redes?, la ortografía en Internet está cada vez más deteriorada, la rapidez de publicación el excesivo uso de anglicismos en la mensajería instantánea, las abreviaturas y la utilización de mensajes de voz, para mayor facilidad han hecho que escribir en forma correcta sea un ejercicio que dejó de practicarse hace tiempo. La utilización de los correctores ortográficos es una herramienta que nos ayuda, pero no sustituye el conocimiento de las reglas de escribir bien. Revisar cuidadosamente los artículos científicos que nos envían, aclarar las dudas que se tengan en ortografía y gramática, y utilizar correctamente el diccionario, es un esfuerzo que vale la pena, sino caeremos en lo dicho por Gabriel García Márquez: “Botella al mar para el Dios de las palabras” …